martes, 23 de abril de 2013

SUPERHÉROES Y REPETICIÓN

Martin Pasko, uno de los más importantes guionistas del Superman de la Bronze Age, repasa su trayectoria con el personaje y habla sobre él y su funcionamiento en este gran artículo de Newsarama.

Hablando sobre la labor de Mort Weisinger como editor, saca a colación un tema que me parece fundamental:



"He had a wonderful gift, along with his writers, for being able to balance repetition in theme or in ritualistic kinds of things with new invention. If you look at the DC stuff as opposed to the Marvel stuff, which was created with a different audience in mind, you see that ritual. You see that idea of consistency. Flash's costume always came out of ring. There was the whole "In Brightest Day, In Blackest Night" oath in "Green Lantern." There were certain things in "Batman," like the Bat Signal. They knew that those things not only created a comfort zone for the reader, they were things the kids looked forward to. "Let's see how they do it this time!"


Cualquier que haya leído el Superman de Weisinger sabe que gira en torno a un puñado de conceptos (Kryptonitas de colores, Zona Fantasma, Ciudad Botella de Kandor, Fortaleza de la Soledad, etc...) que el editor repite Y EXPLICA en todos y cada uno de los números.

De hecho, las mejores historias son aquellas que acaba mezclando cuantos más aspectos de la mitología, mejor.


El caso es que el éxito de estos cómics en su día no tienen tanto que ver con el tono infantil que menciona Pasko, sino con la propia repetición de los conceptos.

Equilibrar repetición con variación es algo fundamental en la ficción, sobre todo en las franquicias de entretenimiento popular que todos conocemos.

¿Que gracia tiene ir a ver una peli de Bond donde este no se toma un Martini, se acuesta con una jamona y visita a Q...? Todos esperamos eso al meternos en el cine. Igual que siempre, pero a ser posible, un poquito diferente.


Idem con Superman, Batman, Green Lantern o Flash: Todos tienen su batcueva que visitar, su juramento que proclamar, su traje en el anillo que desenfundar y vestir, su cabina de teléfonos en la que cambiarse.

Todos tienen unos momentos que son los que los CONVIERTEN en quienes son, y sin los cuales los personajes comienzan a despersonalizarse y disolverse, perdiendo TODO su atractivo, acabando por ser irreconocibles por los lectores.

Innovar está genial, y por supuesto es fundamental ir añadiendo nuevos conceptos a la mitología. ¿Un nuevo M para Bond? ¡Perfecto! Pero por muy bueno que sea el personaje no debe nunca eclipsar la aparición de  Moneypenny.


Dicho lo cual, encontramos que esto se ha tornado en un mal endémico en los superhéroes, con unos editores obsesionado por cambiarlo todo y no repetir lo de años atrás, aunque "lo de años atrás" sea la auténtica esencia del personaje.

¿Cuantos dibujantes de Batman han pasado por su serie sin dibujar una escena en la Batcueva, el Batmovil, la Bat-señal, etc, etc, etc...?



Y ¿qué es un cómic de Batman sin esos lugares comunes...? ¿Un uniforme fuera de contexto?

Los cómics de superhéroes pueden y deben disfrutar de infinitas variaciones, pero SIEMPRE pasando de nuevo por las "casillas de salida", las que aseguran que lo que viene a continuación encaja con lo anterior.

Encontramos placer en esa repetición por que nos permite en cierto modo "adelantarnos" al guionista, tenemos las premisas de la historia, la "pista" sobre quien es el asesino. De ahí podemos deducir el final, o al menos intentarlo.


Complementariamente, los nuevos aspectos que introduce el guionista tienen como función mantenernos fuera de equilibrio, adelantarse a nosotros: Sabe lo que nosotros, pero sabe más.

Es esa lucha entre lo conocido y lo que vamos a conocer a la que llamamos "entretenimiento". Sin repetición no hay identificación, sin novedad no hay interés alguno, claro. La novedad que se sale totalmente de las reglas ya establecidas, no es procesable por el lector, no sabemos donde ponerla.


El placer que obtenemos cuando se nos revela un nuevo detalle sobre la conocida mitología del personaje tiene muy poco de infantil:

Aunque la repetición en los cómics es necesaria para la incorporación de nuevos lectores, los habituales reciben magníficamente estas historias por que AMPLÍAN DE MANERA CONEXA el mundo del personaje, ensanchan las fronteras.

Evidentemente, este tipo de historias y enfoque solo puede ser practicados por guionistas (y dibujantes) que CONOZCAN la historia de los personajes.

Habiendo alcanzado ya el PROBLEMA DE SIEMPRE, podemos concluir aquí esta reflexión.

9 comentarios:

Álvaro dijo...

Sobre este particular, recuerdo el primer número de Linterna Verde-Flecha Verde de O'Neil-Adams, donde Hal Jordan recitaba el ritual de recarga mientras pensaba que esas palabras ya no significaban lo mismo para él. Algo viejo, algo nuevo...

PEDRO ANGOSTO dijo...

Lo que son las prisas, se me había olvidado incluir estos cruciales párrafos:

Encontramos placer en esa repetición por que nos permite en cierto modo "adelantarnos" al guionista, tenemos las premisas de la historia, la "pista" sobre quien es el asesino. De ahí podemos deducir el final, o al menos intentarlo.

Complementariamente, los nuevos aspectos que introduce el guionista tienen como función mantenernos fuera de equilibrio, adelantarse a nosotros: Sabe lo que nosotros, pero sabe más.

Es esa lucha entre lo conocido y lo que vamos a conocer a la que llamamos "entretenimiento". Sin repetición no hay identificación, sin novedad no hay interés alguno claro. La novedad que se sale totalmente de las reglas ya establecidas, no es procesable por el lector, no sabemos donde ponerla.

Anónimo dijo...

Si bien estoy de acuerdo contigo debo señalar una pequeña excepción: Batman. Es verdad que se ha dejado de lado la bat-señal, que el bat-móvil ya no obra el mismo protagonismo, pero la bat-cueva todavía está presente si bien no con la sala de trofeos sí con los ordenadores. Se me antoja que en una gran mayoría de ocasiones Batman aparece frente al ordenador, pero no emulando al clásico personaje sino, a mi parecer, al concebido por Miller en The Dark Knight Returns; ahora la bat-cueva se reduce a eso, ordenadores, pantallas desde donde vigilar todo, y es una imágen que sí se repite en casi cada arco argumental del héroe, e incluso en sus apariciones estelares en otras series

PEDRO ANGOSTO dijo...

La Bat-cueva es solo un ejemplo. La cantidad de elementos que conforman Batman en la actualidad es ASTRONÓMICA.

Los tres que he nombrado son solo un ejemplo.

Y no se trata de sacar la Batcueva como decorado, sino de usarla como elemento de las historias, en la manera que lo hizo Morrison, por ejemplo.

Álvaro dijo...

El problema de las repeticiones es cuando sólo se hacen repeticiones. Snyder vuelve a contar el origen de Batman, o su entrenamiento, o qué sé yo. ¿Es relevante? ¿Le importa a alguien la incesante repetición ad nauseam del momento del asesinato de los padres de Bruce (anda que no cansan ya las perlas cayendo al suelo), o el murciélago rompiendo el cristal de la casa (mala calidad del cristal o el quiroptero tenía cabeza de roca, al menos).

Si Batman estuvo en el Tibet, o en Francia o en la academia del FBI para entrenarse, o en la universidad aprendiendo criminología, ¿es necesario que lo reiteren o lo cuenten detalladamente? Mike Barr contó eso mismo como prólogo a Año 2 y en un sólo número. Y reintrodujo a Leslie Thompkins en la mitología del murciélago.

En ocasiones parece que algunos personajes no pasan de sus primeras referencias.

PEDRO ANGOSTO dijo...

Ya digo que repetir algunos elementos, y usarlos, es para modernizarlos y ampliarlos.

Hay que repetir elementos, no historias, pero siempre con algo nuevo.

Thadeus dijo...

Pues en general estoy de acuerdo, es importante repetir de vez en cuando el "gancho" del personaje para que no se nos olvide ni a los lectores ni al guionista.

El problema a continuación es como modernizas un concepto, si cambiar el juramento de Green Lantern por un vómito de sangre es modernizar o es cargarse al personaje...

Juanan Cruz dijo...

ciertas repeticiones no son repeticiones en si, son pautas que hacen que la historia entre dentro del canon del personaje. Para mi unos tebeos de los vengadores tienen que tener tarde o temprano a Jarvis, los quinjets, el "una vez vengador, siempre vengador" y ese tipo de cosas... le quitas eso y dejan de ser tebeos de los vengadores (chupate esa bendis) y vamos, digo los vengadores como puedo hablar de jameson, bugle, tia may para referirme a spiderman.
Por eso puedes jugar con los personajes y el concepto pero nunca cambiarlo y claro, en algun momento hay gente que se cansa y busca un cambio que no deberia haber. Ese es el momento perfecto pra probar series nuevas, o la serie de moda del momento... eso si, tranqui que ya volveran al redil, siempre pasa.

mac dijo...

Más que el hecho de cambiarse en una cabina telefónica, lo de Superman es tener que excusarse Clark para ponerse el traje de Superman sin que lo vean (algo clásico, típico, y que ha estado presente casi siempre, hasta la Era DiDio)...

Estoy bastante de acuerdo con todo, pero no me queda muy en claro que esto sea la razón por la debacle actual... no al menos de los New 52.

Tampoco creo que sea una gran verdad. Si haces una buena historia, repitas o no los elementos clásicos del personaje, tendrás éxito. Un ejemplo indiscutible, al menos para mí, es "Identity Crisis" que presenta una Justice League muy diferente, pero en lo que fue la última historia realmente atrapante y sugerente de la Justice League (con perdón de algún arco argumental posterior que esté pasando por alto).

De todas formas, sí es cierto que, en un contexto de mediocridad argumental (sin usar el término mediocridad peyorativamente, aclaro) el repetir los elementos clásicos ayuda a mejorar el resultado final.

O el repetir los buenos elementos clásicos.

El Superman de los 90, por ejemplo, fue algo repleto de mediocridad, y los pasteles que Clark comía con ma y pa Kent eran clave... pese a no ser algo clásico del personaje, sino algo Byrne del mismo. Terminados los 90 se quitó esto y creo que el personaje perdió mucho.

Pero bueh... sí estoy de acuerdo en que el personaje debe caer en lugares comunes para ser identificable por todos... quizás difiera en que éstos lugares comunes deban ser eternos o siempre iguales (el Clark de sombrero de los 40, en plenos 90, era un poquito... ridículo, por ejemplo).

Saludos!