martes, 7 de abril de 2015

EL REY DE AMARILLO, DE ROBERT W. CHAMBERS

Imaginaos que habéis descubierto primero a John Byrne y de repente te enteras que todo cuanto ha hecho está basado en Jack Kirby.

Pues bien, Robert Chambers es el "Kirby" de H. P. Lovecraft.


Curiosamente, todo arranca del relato "Un Habitante de Carcosa", de Ambrose Bierce, de donde Chambers extrae las oblicuas menciones de ese mundo irreal y siniestro para construir toda una realidad paralela, un mundo que vive al lado del nuestro pero que tiene sus propias reglas, su propio tiempo -o carencia de-, sus propios habitantes, sus propias criaturas.


El eslabón que une ese mundo y el nuestro es un libro maldito, El Rey de Amarillo, que para ser aún más inquietante que el mismo Necronomicon, no parece contener hechizos, ni invocaciones ni dioses, sino una especie de sacrílego "auto sacramental" que solo avistamos por muy breves y difusas citas.

Pero claro, ese "horizonte inexplicado" -que diría Tolkien- solo aumenta las ganas del lector por saber más y más sobre el libro y el mundo paralelo que describe, y cual es la razón por la que quien lo lee pierde la razón, o muere, o mata o cosas aún peores.


Chambers sigue a Bierce en el uso de los bosques, de la naturaleza, de los lugares imposibles, particularmente un rincón de la Bretaña francesa que es el corazón de esta corte medieval del pecado.

El enmascarado Rey y la decadente Corte sin duda proceden de La Máscara de la Muerte Roja de Poe.

Sus relatos están a menudo protagonizados por artistas: pintores, escultores, ilustradores, como si la capacidad artística fuera un don especial, que les permite relacionarse con ese mundo del más allá.


Y puesto que Chambers no acabó aclarando los misterios de su libro, no es extraño que desde Lovecraft hasta autores actuales, todos intenten continuar y completar esos misterios. Con desiguales suertes, supongo.

Maravillosamente, como ocurre con el Arthur Gordon Pym de Poe, lo inconcluso resulta más legendario y sugerente que las obras acabadas.

Seguiremos leyendo al resto de predecesores de Lovecraft, antes de pasar a él. Pero, sin restarle su indudable mérito, si llegó tan alto es por que iba montado a lomos de un gigante. O dos o tres.


Y es que no se puede escribir bien sin haber leído, claro.

Una última nota: Leído el libro, una de las primeras recomendaciones del Club de Lectura Pulp de Madrid, queda claro de donde sacó Geoff Johns a su King Of Tears y la Máscara de Johnny Sorrow.

¡Dos!: Ya se que el mundo de Chambers ha sido incorporado a la serie de TV True Detective. ¡Pues habrá que echarle un ojo!

1 comentario:

juan miguel dijo...

Y si, solo lei REY AMARILLO y CARCOSA y me remitì a TRUE DETECTIVE, altamente recomendable